Extracto de una investigación realizada para el Curso de Posgrado en Gestión Cultural y Comunicación (FLACSO)
INTRODUCCIÓN
“El pensamiento es efÃmero, la imagen absoluta”
Andrei Tarkovsky
Cultura y PiraterÃa, conceptos complejos y sumamente interesantes para
conjugar, especialmente, en estos tiempos en los que las rápidas
transformaciones sociales —debido en gran medida al avance cientÃfico y
tecnológico- implican cambios radicales en la forma de ser y pensar del
individuo.
Vivimos un tiempo en el que la comunicación audiovisual rige gran parte
de nuestras actividades cotidianas. En donde las personas y la cultura
audiovisual fundan una especie de sensibilidad hecha de una doble
complicidad cognitiva y expresiva: es en sus relatos e imágenes, en sus
sonoridades, fragmentaciones y velocidades en donde encuentran su
idioma y su ritmo. Los individuos de hoy responden a nuevos modos de
percibir y narrar la identidad, son capaces de amalgamar, de hacer
convivir en el mismo sujeto, ingredientes de universos culturales muy
diversos. (MartÃn Barbero; 2002: http://campus-oei.org)
El audiovisual vino a transformar la vida cotidiana, un lenguaje
complejo que posee un gran nú-mero de códigos y referentes en relación
con otras formas discursivas como el lenguaje literario, el de la
fotografÃa, la música, entre otras. La influencia que tiene como
instrumento eficaz sirve, además, como medio óptimo para construir
cultura, formación y crear identidades, valores y creencias comunes a
la cultura y la sociedad.
Por todo esto, es más que necesario reflexionar sobre la importancia de
las Industrias Culturales y el lugar que ocupa el audiovisual en
nuestra cultura.
Las Nuevas TecnologÃas de la Información y la Comunicación (TICs)
desordenaron la economÃa, la cultura, la polÃtica, la salud y la
educación. Impactaron, en palabras de Alberto Quevedo, en la geografÃa
y la fisonomÃa de nuestros hogares, de los barrios y de las actividades
culturales.
En los años 80 y comienzos de los 90, en RÃo Cuarto, sólo habÃa dos
formas de acceder a las obras audiovisuales: los videoclubes y la
exhibición cinematográfica en salas, en ese entonces sólo existÃa Cinematográfica RÃo Cuarto (con tres salas).
A mediados de los años 90 se instala, en la ciudad, el grupo local Cinemacenter (Circuito
de Cines Argentinos), la cadena introduce en la ciudad el concepto
multipantalla, ofreciendo salas modernas (cinco), concentración y
variedad de oferta y servicios adicionales. De esta forma se duplica la
oferta de exhibición en la ciudad y Cinematográfica RÃo Cuarto pasa a
tener cuatro salas de exhibición (divide en dos una sala grande)
El videoclub asociado a la idea de cineclub fue cambiando y comienza a
perder el perfil de club, de intercambio cultural que ese espacio
proponÃa, se alejaba asà de la expresión que se intento instaurar
“video es culturaâ€. Se producen muchos cambios simultáneamente, aunque
el más importante es el de la circulación ilegal de pelÃculas en
formato DVD, con la consiguiente modificación en los modelos de negocio
y en los hábitos de consumo.
Con la irrupción de las Nuevas TecnologÃas de la Información y la
Comunicación (TICs) se comenzó a pensar en otros perfiles de
consumidores de cultura. La aparición de Internet, a mediados de los
años 90, empieza a complejizar esa idea de consumidor, con relación a
las obras audiovisuales. Es a partir de esta década que comienza a
prolongarse una crisis de Ãndole económico, social, cultural, etc.
El fenómeno de la piraterÃa aparece como un proceso económico que crece
descomunalmente y arrastra nuevas formas de trabajo, las cuales
resultan apropiadas a lo que son estos nuevos contextos.
La piraterÃa de obras audiovisuales se convierte asà en un considerable
problema a resolver. Es evidente que este fenómeno y las descargas
ilegales supone un enorme quiebre económico para los productores, pero
también es importante observar cual es papel que cumplen estos cambios
tecnológicos en la cultura de la ciudad.
La piraterÃa comienza a entremezclarse con la economÃa formal y,
actualmente, reemplaza a la natural espera del paso de las salas de
cine al formato video o DVD. Una cuestión que acrecienta en estos dÃas
de acumulación digital y duplicación doméstica. Un tema complejo,
legitimado por una tradición cultural que se apoya en la existencia de
una economÃa informal, que incluye cambios en los hábitos y costumbres
de los espectadores / consumidores.
Es este el punto de inflexión por el cual se realizará la investigación: descubrir el perfil del consumidor de piraterÃa audiovisual, en la ciudad de RÃo Cuarto, y su relación con la cultura;
esencialmente el consumo de obras cinematográficas en formato CD, DVD o
descargas vÃa Internet. Para esto se realizarán entrevistas en
profundidad a diferentes personas relacionadas con el audiovisual y de
esa forma se obtendrán algunos indicadores que permitan entender esta
nueva manera de ver cine en RÃo Cuarto. No es igual el perfil de quien
accede a estos productos ilÃcitos a través de la venta ambulante del
que compra los DVD por medio de Internet o del que los baja de las
redes digitales, entre otros modos de acceder.
Una vez conocido el perfil de las personas de la ciudad que acceden a
las obras y prestaciones protegidas por la propiedad intelectual, por
vÃas ilegales, y se conozca y profundice sobre las diferen-tes razones
que motivan este tipo de comportamiento, se intentará -a través de la
investigación- determinar el grado de conocimiento que se tiene sobre
las consecuencias sociales, culturales y económicas que llevan a
incumplir con los derechos intelectuales, entre otras cuestiones.
También se recolectarán datos estadÃsticos de los dos complejos de
cines (9 salas) y del miembro de la delegación Córdoba de la Cámara de
Videoclubes (propietario de la cadena de videos más importante de RÃo
Cuarto).
De esta manera se podrá observar como la cultura se ve a si misma, y la
importancia de las Industrias Culturales (la obra audiovisual) para la
promoción y difusión de la diversidad cultural, el rol del Estado en
esta problemática, y la ausencia de gestores culturales en el tema.
El acceso a obras cinematográficas ya sea en formato DVD o en salas de
exhibición, en RÃo Cuarto, pasa por un momento difÃcil en el que han
disminuido considerablemente las ventas, ya sea por el consumo de
piraterÃa o por las descargas ilegales de un público que pareciese no
considerar esta práctica como un delito. Un consumo al que se le dedica
mucho más tiempo y esfuerzo en adquirir o coleccionar compulsivamente
ciertas pelÃculas que a disfrutarlas.
Una vez expuesta la metodologÃa a utilizar (que no se incorporará
en el formato web), el capitulo I presentará una visión de las
industrias culturales, su importancia en el desarrollo económico y
cultural y la aparición de las Nuevas TecnologÃas (TICs) y su
influencia en el consumo cultural.
El segundo capÃtulo incluirá todo lo referido al derecho del autor, lo
que llevará a realizar una descripción de la propiedad intelectual y
los conflictos que se originan, en el ámbito de la creatividad, con la
aparición de Internet y el lanzamiento al mercado de formatos ópticos
que permiten fabricar copias no autorizadas.
El capÃtulo III pondrá énfasis en el consumo cultural, los derechos del
consumidor, el rol del Estado para con las polÃticas culturales y su
desarrollo cultural en la diversidad.
Por último, En Diferentes, Desiguales e Interconectados se
articulará la información desarrollada en el marco teórico con las
entrevistas realizadas a los consumidores del audiovisual, en RÃo
Cuarto.
Dichas entrevistas se agruparan en bloques temáticos los cuales se corresponden con los capÃtulos anteriormente mencionados: El nacimiento de una nación…de redes ( La aparición de las Nuevas TecnologÃas ) En la ciudad sin lÃmites (el consumo de pelÃculas a través de prácticas no legales) y Domicilio privado (La transformación en el consumo cultural)
De esta manera se concluirá con una representación detallada del
consumidor riocuartense de pelÃculas no legales y su relación con la
cultura; premisa que dio origen a este trabajo.
Ver capÃtulo I
Ver capÃtulo II
Ver capÃtulo III
Ver capÃtulo IV
Ver conclusión y bibliografÃa consultada