La felicidad trae suerte

La última película del  reconocido director británico Mike Leigh reflexiona sobre la felicidad y otras cosas más…

La felicidad trae suerte. Happy go lucky. Inglaterra . 2008. 117. Comedia dramática. Guión y Dirección: Mike Leigh. Actores: Sally Hawkins, Eddie Marsan, Alexis Zegerman, Sylvestra Le Touzel, Stanley Townsend.

La última película del  reconocido director británico Mike Leigh (“Secretos y mentiras”, “A todo y nada”, “El Secreto de Vera Drake”…) deposita todo el peso en el guión y la interpretación de su actriz protagónica Sally Hawkins.

Poppy tiene treinta años, es maestra de escuela primaria  y está soltera. Un personaje fastidiosamente alegre que comparte un piso en Londres con su amiga, también maestra, Zoe (Alexis Zegerman).

Leigh, de larga trayectoria en el teatro y la televisión, se caracteriza por un cine costumbrista teñido de problemas humanos, de diálogos sutiles, precisos y personajes complejos y extraños que deambulan por los barrios obreros de Londres.

A diferencia de sus anteriores películas, la protagonista de “La felicidad trae suerte” elige siempre ver el lado positivo de las cosas. Su comportamiento y su postura frente a la vida es incompatible con las particularidades del modo de vida capitalista, la superficialidad del mercado, el consumismo y otros males. De esa manera,  Poppy intenta constantemente socializar la felicidad y  ayudar al otro.

El director no la juzga, construye un par de personajes y situaciones para exponerla. Y es aquí donde las clases de manejo se convierten en la excusa perfecta para vincularla con Scott (Eddie Marsan), un  instructor detestable poseedor de múltiples miserias: racismo, xenofobia, malhumor, represión sexual, entre otros. La relación que se establece entre Poppy y Scott  logra los mejores momentos dramáticos de la película, y  convierten a “la felicidad trae suerte” en una encantadora propuesta que reflexiona sobre la felicidad y otras cosas más.