Tron, el legado: entre alquimistas y programadores

Por Marcelo Díaz  

Tron: el legado. TRON: Legacy. Estados Unidos. 154 min. Acción, aventura, Ciencia Ficción.  Dirección: Joseph Kosinski  Guión: Adam Horowitz, Richard Jefferies, Edward Kitsis. Intérpretes: Garrett Hedlund, Jeff Bridges, Olivia Wilde, Michael Sheen, James Frain, Yaya DaCosta.

El hecho del héroe no es hoy lo que era en el siglo de Galileo. Donde antes había oscuridad, hoy hay luz; pero también donde había luz hay ahora oscuridad

Joseph Campbell

Cuando tenía 10 años pedí para navidad un family game. Recuerdo que primero fueron las salas de juego, después con el tiempo, la forma de relacionarse con los videos juegos se volvió más personal y a la vez compleja. Antes la jugabilidad era mucho más elemental con respecto a los juegos actuales y los gráficos mucho más simples; bastaría recordar juegos como Donkey Kong, Snow ball, Pacmann o Super  Mario para verificarlo. Lo importante es que de chico los videos juegos eran, de alguna manera, una forma y una elección de vida. No había un aprendizaje completo del mundo si no se pasaba por esa instancia y Tron es un ejemplo de esa idea.

El film narra la búsqueda de un hijo de su padre atrapado en una realidad alternativa/digital por un programa de una inteligencia artificial superdesarrollada. Es una secuela de la película estrenada en 1982 con el mismo nombre. En el mundo virtual es posible crear lo que uno desee si posee las fórmulas y las herramientas adecuadas. Las simetrías son toda una debilidad en la historia. El hijo entra a la realidad de cables invisibles y microchips por medio de un portal, un objeto tan maravilloso como nostálgico: un arcade de 1980. La película si bien puede ser leída desde el género de ciencia ficción, lo cual constituye una lectura válida, admite otras lecturas ya que  aparecen elementos que bordean lo fantástico y éste es el desafío a la hora de elaborar interpretaciones.

Es cierto que la inteligencia artificial y el desarrollo técnico/científico son elementos más que recurrentes dentro de la c.f  pero no hay que olvidar que el film no presenta explicaciones que funcionen de manera racional(consecuentes con el paradigma científico de nuestra época) sino que el mundo por momentos tiene un sentido mágico. La tensión entre la lógica cotidiana y lo sobrenatural con tópicos del género de ciencia ficción es lo que se combina de manera orgánica en la película y lo que plantea una historia híbrida desde lo formal.

La narración nos presenta a un héroe que debe superar tres instancias, casi a la manera de Campbell: separación(desaparición física del padre) iniciación( pruebas de habilidad dentro del mundo digital) y regreso ( retorno al mundo real y cotidiano acompañado de un nuevo ser). La pregunta en este caso, se me ocurre, consiste en preguntarnos qué narran los videos juegos, acaso juegos como los que citamos en un principio no narran por momentos, entre nivel y nivel superado, un relato que coincide con el esquema de Campbell mientras simultáneamente nos proponen identificarnos con la figura del héroe como si se tratara de  una forma un poco más participativa dentro de la ficción.

Para algunos críticos la c.f es el cuento de hadas de la modernidad. En ese sentido Tron plantea la posibilidad de que el hombre no sólo esté en condiciones de crear nuevas técnicas y tecnologías para manipula lo real sino que además agrega la posibilidad de crear vida. También aquí  podríamos pensar en una síntesis entre la figura del alquimista(o la del Shaman/Viejo sabio) y la del científico/programador de pc.

Me acuerdo que cuando era chico había una película, que ahora es de culto, con Tom Hanks que se llama Big(1988).Link formula que “la c.f es un género que cuenta en pasado lo que sucedió en el futuro”, en el film de Tom Hanks un niño en una feria de juegos clásicos (entiéndase en este caso por clásico sinónimo de mecánico es decir: montañas rusas, bowling, tiro al blanco y conejitos de peluche de premio) le pide a una máquina con la forma de una astróloga crecer y volverse grande sin tener que sufrir la adolescencia. Es curioso porque casi que en la misma época aparece la primera versión el cine de Tron llevada con la diferencia de que para los `80 Tron – versión original-  mira hacia el futuro y Big dirige su mirada hacia el pasado. Y para nosotros, dentro de un mismo horizonte temporal y semántico, hoy,  las dos, mejor, las tres películas, miran en cierto modo hacia el pasado. Y mirar hacia el pasado es otra forma para hablar de la nostalgia.