Los Marziano de Ana Katz forma parte de una filmografÃa cada vez más sólida, una pelÃcula cuidada, de actuaciones sin golpes bajos y de emociones contenidas. Una apuesta significativa al humor  absurdo y a las figuras simbólicas…
Los Marziano (argentina/2011) l Direccion: Ana Katz Guión: Ana Katz y Daniel Katz FotografÃa: Julián Aizpeteguia Edición: Andrés Tambornino Elenco: Guillermo Francella, Arturo Puig, Mercedes Morán y Rita Cortese Distribuidora: Fox Duración: 82 minutos
La directora de El juego de la silla y Una novia errante estrena su tercer largometraje, una pelÃcula con más trabajo de producción que sus predecesoras, un elenco repleto de estrellas y la primera de sus obras en la cual decide no actuar.
Los Marziano son  una familia que sufre rupturas, enojos y desencuentro como cualquier otra familia del mundo.  El espectador, a lo largo de la historia, empieza a conocerlos a través del  reencuentro entre dos hermanos muy distintos entre sÃ.  Luis Marziano (Arturo Puig) y  Nena (Mercedes Morán) llevan una vida rutinaria de veinte años de casados, con dos hijos grandes,  y una vida acomodada en un country en donde Luis juega todo el dÃa al golf y vive obsesionado con los pozos que allà  aparecen; la hermana del medio es Delfina (Rita Cortese), separada, vive sola, va a clases de danza, enseña fÃsica en un secundario y es la que intenta acercar  a los hermanos.  Juan (Guillermo Francella) necesita de su familia, sufre una enfermedad psicosomática extraña que le impide leer.
Ana Katz mezcla la comedia con el drama y sutilmente evita los lugares comunes del costumbrismo familiar, no le interesa dar explicaciones sobre los rencores del pasado y las diferencias de vida de los integrantes de la familia; y elige situarse más cerca de la nueva comedia norteamericana, de realizadores como Paul Thomas Anderson o Wes Anderson, que del costumbrismo del cine nacional contemporáneo.
Con música del Chango Spasiuk y fotografÃa de Julián Aizpeteguia; Los Marziano de Ana Katz forma parte de una filmografÃa cada vez más sólida, una pelÃcula cuidada, de actuaciones sin golpes bajos y de emociones contenidas. Una apuesta significativa al humor  absurdo y a las figuras simbólicas.