Vaquero

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Ópera prima como director de Juan Minujín, quien también protagoniza este drama con toques de humor ácido sobre el mundo de la actuación.  

Vaquero (Argentina/2011) / Dirección:Juan Minujín / Guión: Juan Minujín y Facundo Agrelo / Elenco: Juan Minujín, Pilar Gamboa, Leonardo Sbaraglia, Esmeralda Mitre y Daniel Fanego / Fotografía: Lucio Bonelli /Música: Diego Vainer / Distribuidora: BD Cine /Duración: 87 minutos

Ópera prima como director de Juan Minujín, quien también protagoniza este drama con toques de humor ácido sobre el mundo de la actuación.

El  punto de partida de Vaquero fue Guacho, un corto también dirigido y protagonizado por el propio Minujín que fue elegido para la Berlinale 2007. Su primer largometraje cuenta con el aporte de notables interpretaciones como las de Leonardo Sbaraglia , Esmeralda Mitre, Guillermo Arengo, Daniel Fanego, Esteban Lamothe, Sergio Pángaro y Alberto Suares.

En Vaquero, Minujín propone un tratamiento visual y sonoro que asume ciertos riesgos. Construye un personaje entrañable pese a su violento mundo interior y utiliza una voz en off neurótica para contrastar  ese monólogo interior con el mundo exterior del personaje.

La película cuenta la vida de Julián Lamar (Juan Minujín) un actor profesional de teatro y cine que está cerca de conseguir un papel que podría cambiar su carrera para siempre. El único problema son sus síntomas neuróticos que lo arrastran a una inseguridad compulsiva que no deja lugar para sus capacidades profesionales y afectivas.

El director explora esa  interioridad de un personaje un poco perturbado y ambiguo, recorre los pensamientos y sentimientos más íntimos y egoístas de una cabeza parlante que sólo piensa en el sexo, el éxito y en el reconocimiento del público. Un personaje resentido con el medio artístico, con sus colegas, y que nunca logra exteriorizar.

Minujín demuestra tener una aguda capacidad de observación y consigue escenas bien incómodas como cuando el personaje tiene la oportunidad de establecer una relación amorosa con una vestuarista (Pilar Gamboa), no sólo que arruina el momento de placer sino que origina una situación de molestia y total cobardía.

Con una mirada ácida y desencantada, Minujín parte de algo bien concreto como es el trabajo cotidiano del actor, sus frustraciones y miedos,  para luego lograr una reflexión más general sobre como la sociedad se mueve, cada vez más, a partir de ese objetivo  enfermizo de alcanzar el éxito y la popularidad.

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