Cineclub Al Filo – Mes dedicado al amor.

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Con ánimo de amar / Entre nosotros /La frontera del alba /

Martes 13/11

21 horas

Con ánimo de amar

Escrita y dirigida por Wong Kar-wai (Hon Kong, 2000). Protagonizada por Maggie Cheung y Tomy Leung.

Lo primero es la música, la cámara lenta, los roces, los pasillos estrechísimos, la sensualidad, el misterio, el deseo. Quizá lo primero es la soledad, el humo del cigarrillo –pura poesía- la lluvia, los planos detalle, los silencios, las miradas, el fuera de campo, las voces de los otros ¿o será que antes está la cámara del artista, Wong Kar-wai?
Las sensaciones se mezclan, he visto muchas veces esta película y en la rememoración me invaden varias emociones. Lo primero es la atmósfera, la sutileza, la belleza de la Sra. Chan (Maggie Cheung), su figura, sus vestidos, sus movimientos, el peinado y la de él, el Sr Chou (Tomy Leung), tan melancólico y tierno.
Ambos deciden jugar a ser esposos (ya que descubren que sus correspondientes parejas son amantes), los parodian y repiten “no vamos a ser como ellos”. Una mano, un anillo, la cabeza de ella sobre el hombro de él. Cada uno en su habitación, apoyados en la pared que los separa. Se aman ¿quién lo duda?
“Reinaba la tranquilidad, ella tímida
Inclinaba la cabeza para que él se acercase.
Pero a él le faltaba el valor. Ella dio media vuelta y se alejó”
Hon Kong 1962. Los invito al cine, pasen y vean una gran historia de amor.

Virginia Varisco

 

Martes 20/11

Entre nosotros

Decodificando el amor

21 horas

Gitti y Chris son una pajera de treintañeros que deciden pasar sus vacaciones en Cerdeña. Allí descubrirán que la idealidad del amor es algo frágil. Las contradicciones saldrán a flote y el ambiente se inundará de preguntas tácitas: ¿pueden estar juntas dos personas completamente diferentes? ¿Hasta qué punto hay que ceder en lo que el otro quiere? ¿Cuándo se está preparado para dar el siguiente paso en una relación?
Hay detalles (los pájaros, la alfombra), y el tema de la muerte (siempre latente) que son para tener en cuenta.
El título original de Entre nosotros puede traducirse como Todos los demás, y, curiosamente, tanto el uno como el otro reflejan el espíritu de la historia; hay una intimidad, un código de pareja, un entre nosotros que se pone a prueba al salir de su burbuja, al encontrarse con los demás, con el mundo que lo rodea.

Analía Casero 

Martes 27/11

La frontera del alba (2008) Director: Phillipe Garrel

21 horas

Carole es una actriz exitosa, casada con un hombre rico y ausente. Francois se gana la vida con su cámara y conoce a Carole en una sesión de fotos que empieza en el balcón de su casa y termina en la habitación de un hotel. El tenso rasguido de un violín se anticipa a una relación intensa, tormentosa. La cima del amor no es un sitio duradero. Carole lo sabe y construye un imposible refugio –sostenido por promesas y contaminado por las dudas y los celos-. ¿Me seguirías amando igual, si se me cayera el pelo, si perdiera los dientes, si me volviese loca?, espolea Carole a un Francois que, acaso desde ese momento empieza a dudar entre continuar alimentando un desbocado amor o resignarse a una relación convencional, un noviazgo de saco y corbata.
Nada de eso puede esperar al lado de la absorbente y a la vez esquiva Carole. Un amigo casual o una noche de alcohol son capaces de tajear la leve frontera que une o separa a los amantes. Al limite de la cordura, Carole desfallece, sucumbe y se juega la carta final a un último encuentro.

Alejandro Fara

La frontera del alba: reflexiones minúsculas, subdesarrolladas, prescindibles.

 

¿Cómo concibe, cómo nos muestra, cómo propone, cómo construye o  destruye  el amor, Philippe Garrel? ¿Qué es el amor para Carole? ¿Y para François?

“La frontera del alba” es una encrucijada entre suicidar el concepto de amor y felicidad sugerida en combos de título universitario-trabajo-casa-auto-marido-hijos-perro que hoy miramos desde afuera con la ñata contra el vidrio u optar por un amor de bolero “hecho de sangre y dolor” y arriesgarse a vagar por las calles con el pecho fusilado, pero conmovido hasta la agonía. Y la pregunta no se hace esperar: ¿dónde reside la cobardía? ¿Ser cobarde es tener, querer tener o renunciar a tener?

François se debate entre acobardarse ante una vida programada y con el deber o la obligación de sentir placer por ello o elegir prolongar la ilusión, alimentar la idea de que lo tortuoso y turbulento es lo verdadero o lo que uno se merece. Para él, el amor es doloroso y la forma en que resuelve callar ese dolor, es arrojando por la ventana su futuro enrejado. Vaya adrenalina.

François se divide entre la culpa por alcanzar esa “felicidad convencional” que lo aterra sin disfrutarla (conducta doblemente punible?) y la culpa por el suicidio de quien lo amó, por saberse enamorado a destiempo, por entender a destiempo ese amor desesperado que busca en el otro un alivio mesiánico, que busca escapar de la situación dolorosa que hace de intersticio entre la culpa y el artificio idealizado.

¿Por qué Carole aparece justo en un espejo? François se ve en ella, se reconoce en la desesperación de ella, el espejo vaticina el final de él. Son uno, el mismo dolor y la misma muerte. ¿Acaso eso es el amor? ¿Es patológico, es cliché, es kitsch renunciar a uno mismo para perseguir una idealización anestesiada-extasiada en pos de la redención? Pero, ¿redimirse de qué? ¿De los reclamos de atención, de los umbrales de tolerancia? ¿De las ausencias? ¿De la espera? ¿Redimirse de existir en tanto ser único indivisible, individual y mortal  para devenir ficción indolora, incolora, inodora en pares impares y fugaces?

Sólo queda por decir que el amor es la certeza de que uno hará lo mejor que pueda, que tratará de encontrar el equilibrio entre una babosa y un huracán, por lo menos por un tiempo, hasta que el huracán inevitablemente barra toda cordura y toda babosa.

Paula Azzolina Jury

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