Krzysztof Kieslowski  en el Ciclo de Cine por la Diversidad.

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Maestro de lo simbólico.

El programa cultura.arte.identidad. de la Secretaría de Extensión y Desarrollo en conjunto con el Dpto. de Comunicación de la Facultad de Ciencias Humanas invitan al mes dedicado al realizador polaco Krzysztof Kieslowski.  Todos los miércoles de marzo, a las 21 hs,  en Bs As 55. Entrada Libre y gratuita.

04/03– 21 hs. Tres colores: Azul, de Krzysztof Kieslowski (1993), 100 min.

11/03– 21 hs. Tres colores: Blanco, de Krzysztof Kieslowski (1994), 92min.

18/03– 21 hs. Tres colores: Rojo, de Krzysztof Kieslowski (1994), 99min.

25/03– 21 hs. La doble vida de Verónica, de Krzysztof Kieslowski (1991), 98min.

En 1993 el director da comienzo a su trilogí­a conocida como Tres Colores con la filmación de la primera “Azul” Un año más tarde nos presentarí­a “Blanco” segunda de la saga, y con Rojo, pone fin a la misma. El nombre de cada una de las tres pelí­culas proviene de los colores de la bandera de Francia, y hacen referencia a cada uno de los tres principios básicos de la revolución francesa, libertad (Azul), igualdad (Blanco) y fraternidad (Rojo). las tres películas son interdependientes entre sí­, sin embargo ciertos y sutiles elementos los ligan para crear así­ una trilogí­a perfecta:

Azul (1993) es dolor y soledad. Una pelí­cula hipnótica donde el uso del color azul es tan magistral que crea momentos dramáticos de envergadura. La historia es sobre Julie que pierde a su marido (un gran compositor) y a su única hija en un accidente automovilí­stico. Hecha añicos, decide comenzar una nueva vida de forma anónima e independiente, tratando de librarse de todas las ataduras de su pasado, de refugiarse en la soledad, intentando no establecer ví­nculos afectivos con nadie como manera de protegerse de más dolor.

azul

Blanco (1994), es la segunda película de la saga y la más extraña. No tiene la fuerza dramática de las otras dos cintas. La película nos cuenta la historia de un matrimonio compuesto por una francesa, Julie Delphy y un inmigrante polaco, Zbigniew Zamacjowski. Blanco comienza con la solicitud de divorcio que Julie Delphy presenta en los tribunales contra su marido debido a que su matrimonio no ha sido consumado. Una vez conseguida la anulación el protagonista hará todo lo posible para recuperar a su mujer porque no ha dejado de quererla.

blanco

Rojo (1994), la última pelí­cula de la trilogí­a narra la historia de una modelo suiza que a través de un accidente de coche en el que atropella levemente a un perro, va a entablar una amistad con un juez ya retirado que tiene como costumbre espiar las conversaciones telefónicas de sus vecinos. Al principio la modelo se siente espantada por la costumbre del juez pero poco a poco se va involucrando en las historias que escucha cuando lo visita.

rojo

 

La Doble Vida de Verónica (1991), los destinos paralelos de dos mujeres, una en París y la otra en Varsovia, constituyen la base de un fascinante ejercicio estilístico, un tanto alejado de las obsesiones recurrentes de su director. Un aura entre misteriosa y poética envuelve las imágenes de un film que asume una condición casi fantástica con una mezcla de racionalismo y pasión realmente notable.

La_doble_vida_de_Veronica

Krzysztof Kieslowski (Varsovia 1941-1996)

Director de cine polaco que comenzó su carrera realizando documentales y películas de ficción sobre la problemática económica y social dominante en su país. Con su muerte, el cine mundial pierde a uno de sus artífices más innovadores e inclasificables. Kievslowski rodó su primer largometraje, Paso subterráneo, en 1973, pero su obra no se dio a conocer internacionalmente hasta 1988, cuando el Festival de Cannes le galardonó con el Premio Especial del Jurado por su película No matarás, que recibió también el Premio de Cine Europeo como mejor película del año, y el Festival de San Sebastián le otorgó la Concha de Plata por No amarás, pertenecientes ambas a una serie de diez películas rodadas inicialmente para televisión bajo el título genérico de Decálogo.

Su filmografía abarca otros quince largometrajes, además de la mencionada serie, y un considerable número de cortos, formato que cultivó incluso cuando ya era considerado como un realizador de prestigio. Su reconocimiento propició que a partir de entonces, y a causa también de las difíciles circunstancias económicas y políticas de su país, sus películas se gestaran en Europa occidental, especialmente en Francia. Así vendrían La doble vida de Verónica, de 1991, y la trilogía compuesta por Azul, Blanco y Rojo, rodadas en 1992 y 1993, que ha quedado como el testamento definitivo de este cineasta al que le gustaba, como a Rohmer, organizar sus películas en ciclos o series. En los años setenta Kieslowski se integró en un movimiento surgido en Polonia y denominado «el cine de la inquietud moral», que venía a proponer que sólo existe aquello que está representado, como respuesta a las evidentes limitaciones que imponía el régimen comunista a la hora de plasmar la realidad inmediata en la pantalla. Más adelante, ya con Decálogo, su mirada se concentra sobre la figura humana, sobre las emociones y los sentimientos más recónditos, se hace más esencialista, hasta convertirse en un auténtico explorador del alma. Kieslowski se aferra a los aspectos más físicos de la realidad. Es precisamente ese sentido paradójico lo que marca en profundidad su cine y hace que sea tan difícil materializar en palabras lo que sus imágenes saben transmitir con silenciosa elocuencia.

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