Infancias en el Ciclo de Cine por la Diversidad

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En Agosto, todos los miércoles a las 21 horas, se presentará un ciclo de películas sobre infancias. Los niños y niñas  han sido el foco de atención de múltiples discursos a lo largo de la época moderna. También el cine ha posado su mirada en ellos/as, intentando dar cuenta de su forma de mirar el mundo y del modo en que el mundo los/las mira. Durante este mes, organizado por los Departamentos de Educación Inicial y Filosofía de la Facultad de Ciencias Humanas, proponemos una serie de películas que nos interpelan para que reflexionemos sobre diferentes aspectos de eso que llamamos infancias y que, tantas veces, nos resulta una experiencia esquiva e incomprensible. El abandono de las infancias, las infancias y las instituciones educativas, las infancias ante la muerte, son algunos de los temas que estas películas nos muestran. Este ciclo tiene el propósito de invitar a pensar nuevamente sobre los niños y niñas, intentando comprender el modo en que ellas/os  habitan el mundo y la manera en que los adultos los acogemos en un orden social que, a pesar de contar con numerosas instituciones destinadas exclusivamente al cuidado de las infancias, muchas veces se presenta hostil para ellas.

Centro Cultural Leonardo Favio (Galería del cine, Buenos Aires 55). Entrada libre y gratuita. Organiza: Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Humanas (Departamento de Comunicación) y el Centro Cultural Leonardo Favio.

 

 Miércoles 05/08. 21 hs: SALA 2. Ponette, de Jaques Doillon (Francia/1996), 97 min.

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Ponette es una niña de cuatro años, que acaba de perder a su madre en un accidente. Esta ausencia le resulta insoportable. La niña, le habla, la espera, la busca. Nadie podrá convencerla de que no volverá a verla. El francés Jacques Doillon  demostró una sensibilidad muy particular para manejar a su protagonista, una niña de apenas cuatro años que debe enfrentarse a la inexorabilidad de la muerte de su madre.

Miércoles 12/08. 21 hs: SALA 2. Los senderos de la vida, de Kim So Yong (Corea del Sur /2010), 89 min.

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Montaña sin árboles (traducida con el inadecuado título de Los Senderos de la Vida)  es un relato personal de la realizadora Coreana Kim So Yong basado en experiencias de su infancia en Pusan, Corea del Sur.

Segundo largometraje de So Yong Kim que recibió apoyo del programa de Atelier de Cannes, del laboratorio del Instituto Sundance de escritores y directores y el plan de promoción de Pusan. La primera película de Kim, In between days, recibió el premio especial del jurado en el Festival de cine de Sundance de 2007 junto con el Premio de la crítica internacional en Berlín. También fue premiado con LA premio de la crítica, y recibió el premio a la mejor película y mejor actriz en el Festival de Cine de Buenos Aires (BAFICI).

So Yong Kim narra una historia simple sobre dos niñas en situación de abandono. Jin, una nena de 6 años, y su hermana menor, viven en un pequeño departamento en la ciudad de Seúl,  se verán obligadas a vivir con una tía, en un pequeño pueblo del interior, donde deberán adaptarse a las nuevas condiciones de vida. Su madre antes de marcharse les regala un chanchito – alcancía y promete que regresará ni bien consigan llenarlo.  Durante gran parte de la película las niñas se aferrarán a esa alcancía, todo un símbolo de la ausencia y la falta de afecto.

Ese viaje emocional y físico de las nenas se convertirá en la principal fuerza de la historia, un cuento de dolor y confusión que evita cualquier golpe bajo y sentimentalismo; y que se destaca por las increíbles interpretaciones y sorprendente belleza para capturar la espontaneidad y sensibilidad de estas niñas; y sus deseos de tener una vida familiar.

Delicadamente fotografiada y con predominio de primeros planos, Montaña sin árboles es una película con una fuerte dimensión autobiográfica en la que su realizadora logra, con destreza,   un atractivo trabajo de observación  de la condición humana y la niñez marginada e ignorada.

www.metropoliscine.com.ar

Miércoles 19/08. 21 hs: SALA 2. El niño de la Bicicleta, de Jean Pierre y Luc Dardene  (Francia/Bélgica/2011), 87 min.

el niño de la bicicleta

El niño de la bicicleta es el nuevo trabajo de los belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne. La película empieza de golpe, por sorpresa, como si hubiera entrado repentinamente, sin permiso, en un momento determinado de la vida de su protagonista, sin preámbulos ni explicaciones. Un chico de unos once años, Cyril, no quiere cortar una comunicación telefónica, a pesar de que escucha una y otra vez la misma voz mecánica de una grabación, que le indica que esa línea está desconectada. Se aferra al aparato con sus dos manos, como si en ello le fuera la vida. No le basta con que un adulto le explique que no vale la pena insistir, que no sacará nada con ello. Cyril quiere saber algo de su padre, reencontrarlo, volver a vivir con él. No puede entender que lo haya dejado a cargo del servicio social. O que al menos no le haya dejado su bicicleta, que él necesita como si fuera una extensión de su propio cuerpo. La nueva película de los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne –ganador del Grand Prix del Jurado del Festival de Cannes 2011– no será tanto la búsqueda de ese padre como la educación de Cyril, que deberá aprender a valerse por sus propios medios, sin por ello dejar de confiar en los demás.

Miércoles 26/08. 21 hs: SALA 2. Crónica de un niño sólo, de Leonardo Favio  (Argentina/1965), 70 min.

crónica de un niño solo

Crónica de un niño solo es el primer largometraje de Leonardo Favio y está considerada como una de las mejores películas de la historia del cine argentino. Dedicada a Leopoldo Torre Nilsson, director que le introdujo como actor en el mundo del cine, Favio materializó en la pantalla sus vivencias infantiles en las que el abandono familiar y la soledad de sus estancias en orfelinatos marcaron su carácter sensible y reflexivo. La cinta, de gran crudeza y belleza, cuenta con una espectacular fotografía en blanco y negro acompañada de planos técnicamente perfectos de gran realismo. En la primera secuencia vemos a un estricto carcelero pasando revista a un grupo de niños que viven en un intransigente reformatorio para niños delincuentes.
“Los chicos siempre están solos. Interiormente solos, aunque su soledad esté apaciguada por la madre, el padre o los otros, los que de alguna manera los quieren. Pero cuando hay poco amor, la soledad se transforma en un estilo de vida que transcurre en medio de otros chicos y de los adultos. Favio lo presintió y puso su talento en mostrarlo: hizo la película de la soledad sin razón y sin motivo, la soledad impuesta y sin alternativa. Un chico, sin más compañía que su propio abandono, que inútilmente trata de escaparse de los adultos, es decir, del peligro. Por lo menos, para él. La película es un documental acerca del sentimiento infantil (que también lo sea acerca de las instituciones que se ocupan de “proteger” a los chicos no es más que haberse atrevido a filmar lo que otros adultos no se atreven a corregir). Favio le dijo a su protagonista: “Dejame mirar como te sentís por adentro”… y puso la cámara allí mismo, en un adentro que se transmite ferozmente, sin piedad sobre el espectador. Es una película bella y cruel, porque lo vida también es bella y cruel. Demos gracias a Favio, que puede asumir su arte para comprometerse y para enseñarnos a ver”. Eva Giberti sobre Crónica de un niño solo.

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