Miradas Queer en el Ciclo de Cine por la Diversidad.

En septiembre, todos los miércoles a las 21 horas, se presentará un ciclo de películas Queer. Queer (cuir) es un término en inglés que significa, a modo simple, “raro”, habiendo nacido como movimiento radical de protesta en los Estados Unidos durante los años ’80, en tanto reivindicación del insulto a personas gays, lesbianas y trans. Pero también se vincula a cómo entendemos sexual, social y culturalmente “lo normal”. Durante este mes, organizado por el Centro de Estudios Queer de Río Cuarto y la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Humanas, proponemos una serie de películas que abordan la temática del género y la sexualidad, atravesadas por otras dimensiones como la clase social, el trabajo, la discapacidad, la identidad y la edad. Justamente lo que le suman los estudios queer a las clásicas teorizaciones sobre el género es esta multiplicidad de condiciones identitarias que habitan en los cuerpos: no es lo mismo ser un gay pobre que un gay rico o una lesbiana blanca que una lesbiana negra e indígena. Sin embargo, dada esta complejidad imposible de abordar de una sola vez, hemos seleccionado películas que nos permitan comprender cómo entendemos nuestra realidad en forma binaria, es decir, construida sobre pares de opuestos: hombre/mujer, homosexual/heterosexual, etc. quitando peso al “vivir en tránsito”, esto es, ni en lo uno ni en lo otro. Tiene que ver en última instancia acerca de cómo romper con los tradicionales esquemas de clasificar el mundo y fijar nuestra sexualidad como si fuese algo inmutable desde que nacemos hasta que morimos. Lo queer reivindica entonces la experiencia, no la identidad; las prácticas y los sujetos que construyen su (re)hacer cotidiano en la diversidad y la disidencia, por fuera del mandato de la normalidad y por dentro de los imaginarios y fantásticos mundos de la creatividad humana.

Centro Cultural Leonardo Favio (Galería del cine, Buenos Aires 55). Entrada libre y gratuita. Organiza: Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Humanas (Departamento de Comunicación) y el Centro Cultural Leonardo Favio.

Miércoles 02/09. 21 hs: SALA 2. Cualquier día de estos de Travis Fine (EEUU/2013), 97 min.

 

Basada en hechos reales sucedidos en la década de los setenta en los EEUU, Cualquier día de estos narra la historia de una pareja de homosexuales, Rudy y Paul (Alan Cumming y Garret Dillahunt), que intentan conseguir la custodia de Marco, un adolescente con síndrome de Down (Isaac Leyva), después de que su madre, consumida por el alcohol y las drogas, lo abandona. Travis Fine propone una narrativa en espiral y se inspira en una situación adversa para mostrar la intolerancia social norteamericana de la década de los setenta, situación que hoy no ha cambiado mucho, a pesar de la existencia de leyes y reformas que protegen a los grupos minoritarios.

 Miércoles 09/09. 21 hs: SALA 2. Praia do Futuro de Karim Aïnouz (Brasil/2014), 90 min.

Praia do futuro es un melodrama que aborda una historia de amor marcada por la tragedia. Se trata de un relato marcado por la muerte, que dará lugar a un nuevo romance entre un salvavidas llamado Donato, de una playa llamada Praia do futuro, y un turista alemán llamado Konrad que está de vacaciones en Brasil. Una película sobre el amor, el olvido, la familia. Sin una etiqueta necesaria, sino con vivencias para todo público.

La playa del futuro que presenta Karim Aïnouz es una que acumula grandes vivencias, encuentros y pérdidas, que vienen a espantar la vida con sus consecuencias que quedan para toda la vida.

Miércoles 16/09. 21 hs: SALA 2. Descubriendo el amor (Fucking Amal) de Lukas Moodysson (Suecia/1998), 89 min.

En su ópera prima Descubriendo al amor, Lukas Moodysson retrata los conflictos y contradicciones propios de la adolescencia con soltura, buen humor y con la profundidad dramática que se merecen. El director logra plasmar las preocupaciones más profundas de los chicos de Amal (y de la mayoría de los jóvenes de cualquier parte): qué hacer en el futuro, de quién enamorarse, en quien confiar. Y las más superficiales y cotidianas: qué música escuchar, a qué fiesta ir, qué ponerse, cómo divertirse. El objeto amoroso es una faceta más de esa etapa de definiciones. Y queda claro –la película no subraya ni prejuzga en este sentido– que poco importa si, además, ese ser amado es hombre o mujer.

Descubriendo el amor no es una gran película. Pero uno de sus méritos es que la historia de Elin y Agnes –cómo se irán encontrando y desencontrando a ellas mismas y entre sí, cómo reaccionarán sus amigos, sus familiares y novios, las alegrías y sufrimientos que padecerán hasta que decidan asumir su deseo– está narrada sin pretensiones ni fines didácticos.

Miércoles 23/09. 21 hs: SALA 2. Juventud silenciosa de Diemo Kemmesies (Alemania/2012), 73 min.

 

La ópera prima del director alemán Diemo Kemmesies, Juventud silenciosa, cuenta la historia de dos jóvenes que se conocen y se enamoran, pero tienen el problema de no estar integrados a la sociedad.  Una historia pequeña, sin pretensiones narrativas, de largos silencios donde solo los gestos y las miradas lo dicen todo.  Juventud silenciosa es una historia de búsqueda sobre uno mismo, de la aceptación de la propia subjetividad. La soledad y la necesidad del otro, es el eje de este largometraje que decide centrarse en los sentimientos, en los gestos y la delicadeza de las palabras.

Miércoles 30/09. 21 hs: SALA 2. Shortbus de John Cameron Mitchell (EEUU/2006), 102 min.

 

En cien minutos de metraje, John Cameron Mitchell nos ofrece una reflexión de las inquietudes sexuales de una sociedad, la americana, en un marco sin igual, Nueva York y con un trasfondo social claro, el de exorcizar los demonios de la política del miedo instaurada por George Bush tras el 11-S. En Shortbus encontraremos sexo con una naturalidad que se aleja por completo de la industria pornográfica al tomar interés por lo que hay detrás de cada una de sus protagonistas, de los cuales podemos nombrar a la sexóloga, el homosexual re/deprimido que nunca se deja penetrar y la dominatrix. Aunque lo parezca, Shortbus no es una película sobre sexo, es un filme sobre la libertad y la autodeterminación del individuo. Y en un mundo que tiende a la globalización y a la eliminación de lo que nos hace únicos, el sólo hecho de que una producción cinematográfica grite a contracorriente debería ser motivo suficiente para el regocijo.