Por Amilcar Nochetti. Miembro de la Asociación de CrÃticos de Cine de Uruguay (filial Fipresci)
No es un secreto que James Dean ha sido un icono gay por múltiples razones. Hay quien dice que era bisexual, otros aseguran que era abiertamente homosexual, pero lo cierto es que su trágica muerte a los 24 años de edad, aparte de convertirlo en leyenda, ha dejado muchas dudas, historias inconclusas y un legado de sólo tres pelÃculas como protagonista. Dean fue el primer joven que en cine hizo de joven, convirtiéndose en sÃmbolo, imagen y representante de una generación de adolescentes de los años 50, despeinados y cabizbajos, taciturnos y rebeldes frente a la autoridad de unos padres grandilocuentes y descolocados por la posguerra. Tal vez motivado por el temor a una muerte prematura vivió gozando de todo lo que la vida le ofrecÃa, a fondo y sin temor. Pasó por la vida como una estrella fugaz y dejó una imborrable e imperecedera huella. De Jimmy se ha hablado tanto que se sabe todo. O, mejor dicho, casi todo. Y quizás por eso, poco y nada. Porque ¿qué se sabe del James Dean homosexual? Es una pregunta con muchas respuestas. En esta nota trataré de acercarme a alguna de ellas. No en vano Elia Kazan llegó a mencionar en una ocasión: “He conocido a muchos actores que tuvieron una vida sexual agitada, pero nadie era tan depravado como James Deanâ€.
1931-1950. James Byron Dean nació el 8 de febrero de 1931. Fue hijo único de una familia de clase media de Marion, Indiana. Su madre, Mildred Winslow, era ama de casa, y su padre, Winton Dean, era agricultor, pero después comenzó a trabajar como protésico dental, y entonces la familia se trasladó a vivir a Santa Mónica, California. Los Dean pasaron varios años allÃ, hasta que un cáncer fulminante acabó con la madre, convirtiendo a Dean en huérfano a los ocho años, porque en realidad su padre habÃa tenido que casarse con su madre al quedar embarazada, y jamás aceptó que el imprevisto alterara el rumbo de su existencia. Asà que en cuanto murió su esposa, Winton se trazó un futuro en el que no habÃa lugar para el hijo. Envió al pequeño Jimmy a Fairmount, Indiana, al cuidado de sus tÃos Marcus y Hortense Winslow, mientras él permanecÃa en California para no perder su puesto de médico dental en el Hospital de Santa Mónica.
Su madre, que compensaba con Jimmy su frustración conyugal, le habÃa aproximado al mundo del arte y la cultura. Estudió violÃn y ballet, actividades que le gustaban pero que, unidas a la sobreprotección materna, le aislaron del resto de los chicos de su edad. Tras la muerte de esa mujer, Dean se guio por los consejos y la amistad del pastor metodista James DeWeerd. Se supone que este hombre pudo haber tenido una influencia formativa sobre Dean, especialmente al haberle creado interés por los toros, las carreras de coches y el teatro. Era un héroe de guerra y un hombre de mundo. Según Billy J. Harbin, “James Dean mantuvo una relación muy cercana con su pastor, la cual comenzó en su último curso de escuela secundaria y duró muchos añosâ€. En la secundaria las representaciones teatrales hechas por Dean pueden considerarse como pobres. Sin embargo, llegó a ser un atleta popular, ya que jugó en los equipos de basquetbol y béisbol, y además estudió arte dramático.
DeWeerd le llevaba a Indianápolis a visitar museos y a ver las famosas “500 millasâ€, las carreras de coches que allà se celebraban. Le presentó a algún piloto y avivó su pasión por la velocidad: Dean ya era conocido en Fairmount por su afición a las motos. Le pasaba también films caseros de sus viajes por lugares exóticos y de corridas de toros en México. En 1997, Elizabeth Taylor reveló un secreto sobre Dean con una condición: no publicarlo hasta que ella se muriera. Luego de su deceso, el periódico The Daily Beast publicó que Liz habrÃa dicho: “Yo adoraba a Jimmy. Voy a decir algo, pero es ‘off the record’ hasta que yo muera ¿de acuerdo? Cuando Jimmy tenÃa once años y su madre falleció, empezó a sufrir abusos sexuales por parte del pastor de su iglesia. Creo que eso le persiguió durante el resto de su vida. De hecho, sé que lo hizo. Hablábamos mucho sobre ello. Durante el rodaje de Gigante pasamos muchas noches despiertos hablando y hablando, y esa fue una de las cosas que me confesóâ€. El hecho que el reverendo prefiriera la compañÃa de muchachos parece avalar que fue DeWeerd quien inició también al actor en el homosexualismo. Incluso el pastor llegó a declarar: “Jimmy se sentÃa completamente feliz tendido en el piso de mi biblioteca. Nunca habló sobre nuestra relación, tampoco yo. No habrÃa ayudado a ninguno de los dosâ€.
Criado entre tÃos, primos y abuelos, Jimmy fue uno del montón. Estudiaba poco, fumaba a escondidas y (lo que más le gustaba) participaba en las obras del colegio. Cuando terminó la secundaria se trasladó a California para iniciar estudios de Derecho, intentando complacer a su padre. Con sus lentes de considerable aumento, tremendamente tÃmido, casi huraño, pendenciero y torpe con las chicas, James Dean sólo destacarÃa en las obras de teatro de la Universidad. En la biografÃa Sobreviviendo a James Dean (2006), del guionista William Bast (compañero y amigo Ãntimo del actor durante su estancia en la UCLA y luego en Nueva York), el autor describe bastante cándidamente sus cinco años de relación personal con el carismático actor: “NacÃ, crecà y cursé mi educación primaria y secundaria primero en Kenosha, Wisconsin. Fui a la Universidad de Wisconsin y posteriormente me trasladé a la Universidad de California, en Los Ãngeles. Allà me convertà en amigo Ãntimo y compañero de habitación del todavÃa desconocido y futuro actor James Deanâ€. En 1956, Bast publicó su primer libro sobre su amistad con Dean, James Dean: una biografÃa, pero la historia completa no fue contada en esos años de maccarthysmo y guerra frÃa, época puritana y correctiva. En ese libro, Bast no aludió a su incipiente homosexualidad, para evitar empañar la imagen de Dean. Esto significó mantener fuera de la opinión pública cualquier aspecto sexual e intelectualmente cuestionable de su relación. En Sobreviviendo a James Dean, en cambio, Bast una vez más narra la vida del icónico actor, libera medio siglo de recuerdos, pero sobre todo revela que él y Dean estuvieron sexualmente involucrados durante cinco años. Su divulgación no es irrespetuosa, vulgar o chocante: simplemente lo escribe como uno de los muchos rasgos de un extraordinariamente complicado ser humano, un hombre ávido de amor, con tendencias bipolares y una dedicación feroz a la actuación.
1950-1954. En 1950 Jimmy se trasladó a Nueva York, y mientras buscaba oportunidad en la actuación hizo de todo: condujo un camión frigorÃfico, trabajó en un remolcador y hasta fue grumete de un yate. Su primera aparición en TV fue en un comercial de Pepsi Cola, por el que le pagaron unos dólares y el almuerzo. Pero su primera oportunidad como actor fue con un breve papel en la serie Family Theatre, teleteatro donde cada semana se contaba una historia moralizante diferente. El episodio de Dean (marzo, 1951) era una interpretación respetuosa de lo que podrÃa haber pasado entre los seguidores de Jesús en los tres dÃas antes de la crucifixión. La historia está contada en el contexto actual de una compañÃa del ejército estacionada en Corea durante la guerra, donde a un grupo de soldados se les habla un poco de la historia bÃblica para reconfortarlos. Jimmy interpretaba al apóstol Juan. Luego participó en un capÃtulo de The Bigelow Theatre de CBS y en un episodio de The Stu Erwin Show, mientras debutaba como extra en cine, haciendo de soldado en Bayoneta calada (Fixed Bayonets, Samuel Fuller, 1951).
Paul Alexander, otro biógrafo del actor, también aseguró en su libro El bulevar de los sueños rotos (1995) que Dean era homosexual. Según él, los primeros intentos de Dean por ingresar a Hollywood se acompañaron de numerosos contactos homosexuales con cineastas que le prometÃan papeles en sus films, o con hombres buscando aventuras, a quienes llamaba con ironÃa “cupones gratis de comidaâ€. Entre los que habrÃa frecuentado, William Bast y Alexander citan como uno de sus amantes masculinos a Roger Brackett, director de radio de una agencia de publicidad, con quien Dean habrÃa convivido varios meses, y al que Bast señala como la mayor influencia en la vida del actor. Para mantenerse trabajaba como auxiliar de estacionamiento en los estudios CBS. Allà conoció a Brackett, que le ofreció ayuda profesional, orientación en su carrera y un lugar donde quedarse. Quince años mayor que él, Brackett, hijo de un productor, habÃa sido ayudante de David O. Selznick y trabajado para Disney: un auténtico retoño de Hollywood, con excelentes contactos en la industria y en los cÃrculos teatrales de Nueva York. Además, era amigo Ãntimo del notorio agente Henry Willson, representante de Rock Hudson. Por eso, al ver que la carrera de su protegido no arrancaba, le aconsejó que le acompañara a Nueva York en el otoño de 1951. Por supuesto, Brackett costearÃa todos los gastos. Fue allà donde Dean se forjó una reputación haciendo teatro, publicidad y TV. Un par de años después Jimmy mencionarÃa que, si bien vivió esta temporada junto a Brackett, fue sólo como amigos o, mejor aún, como padre e hijo, a lo que Brackett respondió dando luz al tipo de amistad real que mantuvo con el actor: “Si fue una relación de padre e hijo, entonces también fue incestuosaâ€, declaró.
Jimmy se matriculó en el famoso Actor’s Studio de Lee Strasberg, cuyo Método estaba haciendo escuela en el teatro y el cine de entonces. Allà conoció al director Elia Kazan y a Marlon Brando, que acababan de trabajar juntos en la famosa adaptación al cine de la obra de Tennessee Williams Un tranvÃa llamado deseo (1951). Orgulloso por haber sido aceptado en el Actor’s Studio, Dean lo describió en una carta a su familia en 1952 como “la mayor escuela de teatro. Alberga grandes personas como Marlon Brando, Julie Harris, Arthur Kennedy y Mildred Dunnock. Muy pocos entran en ella. Es lo mejor que le puede pasar a un actor. Yo soy uno de los más jóvenes que allà se encuentranâ€. Estando en Nueva York también conoció a (y tuvo un romance con) Dizzy Sheridan, que en su autobiografÃa Dizzy y Jimmy: mi vida con James Dean, una historia de amor (2000), comenta que conoció al actor en Nueva York a fines de 1951, cuando ella trabajaba de bailarina y cantante en clubes nocturnos y algunos musicales de teatro. Mantuvieron un noviazgo, pero al enterarse que Dean tenÃa una relación homosexual con Brackett decidió terminar el romance: “Jimmy quedó cautivado desde el primer momento que me vio bailar. Tuvimos un montón de diversión. Éramos pobres e inciertos de futuro, pero cuando estábamos juntos no nos importaba. Era como ‘tú y yo contra el mundo’. Ambos estábamos luchando por actuar en Nueva York. El dinero era tan escaso que su casa era una habitación de hotel en el lado oeste, y la cena era a menudo un tazón de avenaâ€. Dizzy declaró que ella fue el primer amor de Jimmy y que, en una ocasión, cuando él salió a comprar comida, se le ocurrió la idea de casarse con ella. La llamó por teléfono desde la tienda y le propuso matrimonio. “Cuando nosotros éramos realmente Ãntimos me preguntó si podrÃa considerar casarme con él. Ambos éramos tan jóvenes, tan tontos, y estábamos tan enamorados entoncesâ€, agregó la actriz. Sobre esto William Bast es escéptico, y duda si hubo una verdadera relación amorosa, ya que Dean y Sheridan no pasaron mucho tiempo juntos. Sheridan debutarÃa como actriz de TV en 1977, y su papel más recordado es el de Helen, mamá de Jerry en la sitcom Seinfeld. En cuanto a las amistades gay del actor, Dizzy dice que “Jimmy no querÃa ser gayâ€, y sobre Brackett especÃficamente comenta: “Imaginé a Brackett como alguien a quien Jimmy siempre tenÃa miedo, alguien de quien querÃa alejarse. Creo que tenÃa miedo de la parte sexual de esa relación. Me dijo que él sucumbió a ello porque querÃa ser alguienâ€.
Luego Dean intervino varias veces como extra en cine: en la comedia de Dean Martin y Jerry Lewis ¡Qué suerte tiene el marino! (Sailor Beware, Hal Walker, 1952), como el segundo oponente de boxeo; es el chico que conversa con el encargado de una fuente de sodas en el musical de Douglas Sirk Lo que hace el dinero (Has Anybody Seen my Gal, 1952), con Piper Laurie y Rock Hudson; y asomó como espectador de fútbol en Camino de adversidad (Trouble Along the Way, Michael Curtiz, 1953) con John Wayne y Donna Reed. Además, entre 1952 y 1954 actuó por lo menos en 17 programas para TV. Nada hacÃa presagiar lo que vendrÃa a continuación, eso que harÃa que haya una máscara dorada con su rostro, junto a las de Keats y Beethoven, en el Salón de Honor de la UCLA. En 1954 consiguió la oportunidad de actuar en Broadway, bajo la dirección de Daniel Mann, en las obras See the Jaguar y El inmoralista de André Gide, que le valió el Premio a la Revelación del Año. Eso le permitió conseguir una entrevista en la Warner, cuando el cine necesitaba desesperadamente una estrella, ya que la competencia con la TV era feroz.
En 1953 Dean conoció a otra joven actriz del teatro neoyorquino, Barbara Glenn, que fue su novia durante dos años, pero esa “relación†fue a distancia, ya que coincidió con el ascenso de la carrera de Dean como actor y los ensayos de El inmoralista, donde hacÃa el papel de un chico norafricano, montaje que Jimmy consideraba una porquerÃa, pero del que pronosticó que probablemente serÃa un enorme éxito. Fue tan bien recibido en su rol que pronto dejó la obra para marcharse a Hollywood, donde fue requerido para rodar la que serÃa su primera pelÃcula como protagonista. “Como recuerdo sus historiasâ€, declaró Keith Gordon, hijo de Barbara Glenn, “mi madre fue presentada a James Dean –a quien ella siempre se refirió como Jimmy- por su mutuo amigo Martin Landau, a finales de los años 40 o principios de los 50 en Nueva York, donde todos ellos eran jóvenes actores principiantes y luchaban juntos. Ella nunca discutió su romance a gran detalle, pero yo sabÃa que Jimmy fue su primera relación seria. Esta fue aparentemente muy intensa y envolvió numerosas rupturas y reconciliaciones, pero a menudo permanecÃa su amistad, incluso durante los malos tiempos. Eventualmente mi madre conoció a mi padre, Mark Gordon, un actor y director, y rompió con Jimmy para estar con papá. Jimmy en realidad le permitió marcharse. Incluso él sabÃa que lo que ellos tenÃan era demasiado frágil, era un drama en el que nunca nada era estableâ€.
DEAN ES CAL TRASK. Los trabajos iniciales de Jimmy culminaron con el estreno de su primer éxito como protagonista. Dejó a todos impactados por su interpretación en Al este del paraÃso (East of Eden, Elia Kazan, 1955), basada en novela de John Steinbeck, que recrea el drama de un hijo que decide oponerse a su padre (Raymond Massey) hasta las últimas consecuencias, por sentirse rechazado en favor de su incorruptible hermano Aaron (Richard Davalos). Por primera vez en la historia del cine un galán lloraba en la pantalla, reclamando el amor que su rÃgido progenitor no sabÃa darle. Inmediatamente miles de jóvenes se identificaron con él. Se sabe que Kazan primero barajó la posibilidad que Marlon Brando interpretara a Cal, y que Montgomery Clift hiciera de Aaron, pero ambos tenÃan respectivamente 30 y 34 años, asà que eran demasiado viejos para interpretar a los hermanos adolescentes descritos por Steinbeck. Irónicamente, Paul Newman, quien era sólo un año menor que Brando, fue finalista en el papel de Cal, que terminó siendo interpretado por Jimmy, siete años menor que Newman. Los cuatro eran miembros del Actor’s Studio. El papel del gentil Aaron fue para el neoyorquino Richard Davalos, que sólo tenÃa 19 años. Él y Dean se hicieron muy amigos durante el rodaje. Julie Harris dio vida a Abra, la novia de Aaron seducida por la personalidad huraña de Cal. La pelÃcula le dio el Oscar como actriz de reparto a Jo Van Fleet, por su encarnación de la distanciada madre de los protagonistas. Además, el film consiguió nominaciones al guion, el director y el actor (Dean), sólo que al momento de anunciarse las nominaciones ya habÃa muerto. Fue la primera de sus dos nominaciones póstumas.
Elia Kazan, en su autobiografÃa de 1988 Una vida, dice que durante la producción de Al este del paraÃso tuvo que hacer que Dean se mudara a un bungalow cercano al suyo en el lote de Warner para mantenerlo vigilado, pues llevaba una salvaje vida nocturna. Con una personalidad inestable, promiscuo, calculador, maniaco-depresivo y consumidor de drogas, en un mundo en que todo esto era habitual, todos los que lo conocieron afirman que hacÃa lo posible por escandalizar: escondÃa su dinero en un colchón, se olvidaba de asistir a los ensayos y no estudiaba los diálogos. Los periodistas que lo entrevistaron se sorprendieron frente a un muchacho que a veces no respondÃa más que incoherencias, o se quedaba mudo mirando el vacÃo. Empero, todos han destacado su particular manera de construir un personaje.
Marlon Brando, en su autobiografÃa de 1994 Canciones que mi madre me enseñó, dice que Dean, que lo idolatraba, basaba su actuación y su estilo de vida en lo que él pensaba era el estilo de vida de Brando. Recordemos que Brando sostuvo una terrible relación con su dominante e irritante padre, quien nunca le reconoció logros en la actuación, relación muy tensa hasta el final de su vida. Según Brando, Dean a menudo lo llamaba a su casa, dejando mensajes en el contestador. Brando podÃa a veces escuchar silenciosamente cómo Dean pedÃa al servicio que su Ãdolo le llamara. Brando, perturbado porque el muchachito estaba copiándolo en todo, no devolvÃa las llamadas. Los dos se encontraron tres veces: en el set de Desirée de Henry Koster (1954), donde Brando interpretaba a Napoleón; en el de Al este del paraÃso; y en una fiesta, donde Brando se apartó de Dean diciéndole que sus problemas emocionales requerÃan urgente atención psiquiátrica. En una entrevista con Gary Carey, por su biografÃa de 1976 The Only Contender, Brando mencionó respecto a sus preferencias sexuales: “La homosexualidad es tan sólo una moda, en tanto no tienes noticias. Como muchos hombres, yo también he tenido experiencias homosexuales y no me avergüenzo. Nunca he prestado mucha atención a lo que la gente piensa acerca de mÃ. Pero si alguien está convencido que Jack Nicholson (por entonces su compañero de reparto en Duelo de gigantes) es mi amante, puede continuar haciéndolo. Me parece muy divertidoâ€. Por su parte, Dean mencionó en cierta ocasión: “La gente me decÃa que me parecÃa a Brando, incluso antes que yo supiera quién era Marlon Brando. No me ofende la comparación, pero tampoco me halagaâ€. La pregunta es: ¿tuvo Jimmy algún encuentro sexual con Brando? Muchos biógrafos señalan que, aunque no hay pruebas concluyentes, no puede darse por descartada la opción. Dormir con su Ãdolo debÃa ser uno de los muchos retos que podÃa auto imponerse Jimmy, pero por supuesto eso ya nunca lo sabremos.
DEAN ES JIM STARK. La generación adolescente del 50 fue la primera que disfrutaba de coche, TV, habitación propia y todos los bienes materiales que sus padres y abuelos jamás soñaron. Sobre todo, tenÃan tiempo libre y una capacidad económica desconocida a su edad. No es casual entonces que el mito de James Dean coincidiera con el nacimiento del rock. Por primera vez los más jóvenes, abandonada la niñez, no debÃan preocuparse de cubrir sus mÃnimos gastos, y podÃan plantearse si les gustaba el mundo que les rodeaba y qué hacer con sus vidas. La siguiente pelÃcula de James Dean asà lo demuestra. Rebelde sin causa (Rebel Without a Cause, Nicholas Ray, 1955) arrasó en la taquilla de los cines, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Por primera vez en la historia, los jóvenes se sentÃan representados por aquel antihéroe que frenaba su coche al borde del abismo y reclamaba, con desesperación, que su padre asumiera el rol de conductor de la familia y no se dejara castrar por el egoÃsmo de una esposa y madre autoritaria. Con su personaje de Jim Stark Dean romperÃa todas las barreras, logrando la unión en torno a su figura del público homosexual y del heterosexual, alcanzando que se vendieran cuatro millones de camperas rojas similares a las que utilizó en la pelÃcula, y consiguiendo que toda una generación se pusiera de pie, generación que se sentÃa defraudada de sus padres, a los que consideraba que no debÃa nada, y de quienes no habÃa recibido ningún afecto.
Dando por sentado su indiscutible talento y la extraordinaria fotogenia que lucÃa ante la cámara, lo que en realidad consagró a Dean fue su capacidad de dar vida a un nuevo Ãdolo juvenil. Fueron las chicas y sobre todo los gays quienes lo convirtieron en su actor fetiche favorito. AtraÃdo por la notoria ambigüedad de Jimmy, al público homosexual no le pasó desapercibida la tensión erótica latente en algunas escenas, como las rodadas junto a Sal Mineo. Sal era por entonces un adolescente de 16 años que iniciaba su carrera en cine y TV, y está considerado el primer joven que protagonizó a un gay en la pantalla grande, preferencia sexual que también practicaba en la vida privada. Que al personaje de Platón le atraÃan los hombres se veÃa venir desde el inicio de la pelÃcula. Si no, ¿cómo explicar la fotografÃa de Alan Ladd guardada en su casillero de la escuela? También saltaba a la vista la atracción por su compañero Jim Stark desde el momento que lo conoce reflejado en el espejo del casillero, por más que los censores intentaron enmascarar todo bajo una relación que aparentaba suplir las carencias afectivas del menor. El público gay lo detectó al primer instante. A pocos les pasó desapercibida la forma en que Platón se comportaba con su amigo, las miradas, los gestos y hasta un beso que se llegaban a dar ambos en una escena eliminada por la censura. Muchos se sintieron identificados con aquel jovencito latino, y envidiaban su privilegiada proximidad junto al rubio actor. Además, por primera vez un adolescente gay no era caricaturizado en la pantalla. Lo que no todos sabÃan es que Salvatore Mineo amaba en silencio a James Dean. De esa fascinación fue consciente el propio Nicholas Ray, quien la aprovechó para otorgar mayor intensidad al film. Cuando su biógrafo Paul Jeffers preguntó a Mineo si se habÃa acostado con Jimmy, contestó: “De habérmelo pedido habrÃa ocurrido al instanteâ€, y añadió: “Si hubiera entendido entonces que un chico podÃa enamorarse de otro. Pero no lo supe hasta años después, cuando ya era demasiado tarde para Jimmy y para mÃâ€. Sal Mineo estuvo nominado al Oscar en dos ocasiones, ambas como actor de reparto, por Rebelde sin causa y por Éxodo de Otto Preminger (1960), y -dato morboso para cinéfilos- al igual que sus compañeros Jimmy Dean y Natalie Wood, murió joven y de manera trágica.
Según sus biógrafos, a Dean le gustaba reunirse con muchos amigos, sentirse el centro de atención, obligándoles a escuchar cómo recitaba las obras clásicas sin parar. También los asistentes a esas reuniones (Sal Mineo, Natalie Wood, Ursula Andress, Montgomery Clift, Elizabeth Taylor, Pier Angeli y muchos más) contaron sobre los constantes excesos del actor y la mÃnima importancia que le daba a su fÃsico y su salud. Deseaba sentirse amado, admirado, y su egocentrismo en esas fiestas era realmente asombroso. El suyo fue uno de los peores casos de fama mal digerida: escupÃa a los retratos de las estrellas que decoraban la Warner, orinaba en público, no se bañaba, y solÃa fingir que al toser perdÃa el puente que suplÃa los dientes delanteros perdidos mientras jugaba de niño. Una de sus últimas travesuras, poco antes de morir, fue hacerse fotos dentro de un ataúd. “Lo más escalofrianteâ€, bromeó ignorando lo cerca que estaba de ocupar uno, “es que al cerrarlo la tapa te aplasta la narizâ€.
¿GAY DESATADO? Su homosexualidad era un lastre que llevaba desde niño, la sentÃa vergonzante según Liz Taylor, y la ocultó siempre con cinismo festivo. Es incuestionable que la mayorÃa de sus amigos (Jonathan Gilmore, Jack Simmons, Sal Mineo, Tab Hunter, Nick Adams) eran gays, y que convivió con algunos en plan Ãntimo. Cuentan que mientras rodaba Rebelde sin causa frecuentaba un club gay, donde se inició en juegos sadomasoquistas. A Jimmy le gustaba ser manipulado, sentirse violentamente seducido en el más amplio sentido de la palabra. Una de sus desviaciones famosas era la de ser pisoteado totalmente desnudo por todas las partes de su cuerpo. Para ello elegÃa cuidadosamente a sus torturadores, siempre hombres de cuero negro, fuertes, seductores, a los que pagaba exageradas cantidades de dinero, y con los que acababa en su casa, dejándose hacer de todo. En su autopsia constó que su cuerpo, en especial el torso, estaba lleno de muy raras cicatrices.
En el libro El bulevar de los sueños rotos Paul Alexander publica que era masoquista y homosexual, y que “le gustaba tanto hacerse quemar los brazos con cigarrillos, que sus amigos más Ãntimos lo habÃan bautizado el cenicero humanoâ€. En entrevistas realizadas con amigos del actor y hombres que supuestamente mantuvieron relaciones sexuales con él, todos detallan que “Dean era un homosexual asumido, que odiaba a las mujeres, pero se veÃa obligado a frecuentarlas porque la Warner asà se lo exigÃaâ€. Curiosamente, en la Unidad de Servicio Selectivo de Fairmount el actor expresó (fue la única vez que lo hizo) su repulsa a ser reclutado a Corea, aludiendo que era homosexual, lo cual por entonces estaba clasificado como trastorno mental por el gobierno de Estados Unidos. En realidad, pudo haber alegado tener pie plano, que también eximÃa del servicio militar. Poco tiempo después, en una entrevista le preguntaron cómo habÃa hecho para librarse de ser reclutado, y su respuesta fue: “Le di un beso al médicoâ€. Del mismo modo, en otra entrevista en la que le preguntaron si era gay, el actor tuvo la ocurrencia de responder: “No, no lo soy, pero tampoco voy por la vida andando con una mano atada detrás de mi espaldaâ€. Rodando Rebelde sin causa, Nicholas Ray debió llevarle a una farmacia a comprarle un medicamento para combatir una infección que el actor padecÃa en sus genitales. Natalie Wood se quejaba que no paraba de rascarse, y eso la ponÃa enferma. También se dice que, en un descanso del rodaje, cuando el grupo se disponÃa a comer, tiró toda la comida al suelo sin motivo. Eran reacciones de un enfermo, y como tal se comportaba.
Temprano en la carrera del actor, después que hubo firmado contrato con la Warner, el Departamento de Relaciones Públicas del estudio comenzó a generar historias sobre las amistades de Dean con una variedad de jóvenes actrices, que mayormente procedÃan de la clientela de su propio agente, Dick Clayton. Los comunicados de prensa del estudio apuntaban a Dean y otros dos actores (Rock Hudson y Tab Hunter), identificados como solteros disponibles que todavÃa no han tenido tiempo para comprometerse con una sola mujer: “Dicen que sus planes cinematográficos están en conflicto con sus matrimoniosâ€. La relación más recordada del actor con una mujer fue con la joven actriz italiana Pier Angeli, a quien conoció mientras ella filmaba El cáliz de plata de Victor Saville (1954) en un lote adyacente de Warner, y con quien intercambiaba costosas joyas como muestras de amor. La madre de Pier desaprobaba la relación, porque Dean no era católico. En su autobiografÃa, Elia Kazan descartó que Dean no tuviera éxito con las mujeres por su preferencia homosexual, refiriéndose paradójicamente al romance de Dean con Angeli, afirmando que habÃa escuchado los gemidos de la joven haciendo el amor en el camerino del actor. Por corto tiempo, la historia de un romance entre Angeli y Dean fue promovida incluso por el propio actor, que alimentó a la prensa chismosa, y por su coprotagonista Julie Harris, quien en entrevistas informó que Dean le confesó estar locamente enamorado de Angeli. Sin embargo, en octubre de 1954 Angeli inesperadamente anunció su boda con el cantante Ãtalo-americano Vic Damone, causando profunda irritación a Jimmy.
Pier Angeli se casó con Damone al mes siguiente, y los columnistas informaron que Dean, o alguien vestido como él, fue captado vigilando la boda desde la carretera montado en su motocicleta. Sin embargo, cuando su amigo William Bast le preguntó acerca de esos informes, Dean negó que hubiera hecho algo tan tonto, y tanto Bast como Paul Alexander creen que la relación fue un simple ardid publicitario. Por su lado, Pier Angeli sólo habló una vez acerca de esta relación en su vida posterior, en una entrevista en la cual dio vÃvidas descripciones de las reuniones románticas que sostuvo con Dean en la playa. El biógrafo John Howlett, igual que Bast, calificó esas declaraciones como fantasÃas. También se dice que Dean, devastado por el compromiso de Angeli, se encontró con Vic Damone en un restorán en la vÃspera del casamiento y le dijo: “Tú te puedes casar con ella, pero ella no es tuya, nunca lo fue y nunca lo seráâ€. Los dos hombres se habrÃan agarrado a golpes y los guardias de seguridad tuvieron que separarlos. Meses después, Dean se encontró con Damone nuevamente, la noche anterior del nacimiento del hijo de éste. El feliz padre tomó una botella de champagne y dirigiéndose hasta la mesa donde Dean estaba le dijo: “Brindemos por mi hijoâ€. Jimmy levantó su copa y respondió: “Brindaré por mi hijo en todo momentoâ€. Damone confesarÃa más tarde que tenÃa dudas en cuanto a la paternidad de ese vástago.
DEAN ES JETT RINK. La siguiente y última pelÃcula de Jimmy fue Gigante (Giant, George Stevens, 1956), poderosa adaptación de la novela de Edna Ferber sobre una familia de ganaderos en Texas durante tres generaciones, en la que acompañó nada menos que a Elizabeth Taylor, Rock Hudson, Carroll Baker y, como en Rebelde sin causa, a Sal Mineo y Dennis Hopper. Ahà Dean interpretó a Jett Rink, un arrogante y joven empleado de la familia Benedict, que tiene la suerte de encontrar petróleo en unas tierras que ha heredado, pero pese a su inmensa fortuna no consigue lo que realmente le importa: Leslie (Taylor), esposa de Jordan Benedict (Hudson). Tanto para Taylor como para Hudson esta pelÃcula significó su gran oportunidad como estrellas protagonistas, y juntos comenzaron una famosa amistad que perduró a través de los años. Hudson se imponÃa como galán de moda de los años 50, alto, atlético y varonil. Sin embargo, también cargaba un secreto a cuestas: era homosexual, y tanto él como Dean hallaron en Liz a la mejor confidente de sus anhelos e inseguridades. Dean confesaba a la actriz sus inquietudes, preocupaciones y penas, aunque jamás siguió sus consejos: era un hombre libre, temperamental, inestable emocionalmente, y con una personalidad tan variable que serÃa un paciente francamente interesante para cualquier psicólogo. TenÃa todos los perfiles del clásico esquizofrénico, y como tal se comportó durante su corta vida.
Gigante se rodó en la primavera de 1955 bajo un calor sofocante, acrecentado por la rivalidad absoluta entre Hudson y Dean, pese a existir una atracción mutua que traspasaba la misma cámara. Dean llegó hasta las manos en más de una ocasión, sintiendo celos del actor, al que llamaba cerdo y llegó a odiar por sentirse rechazado. Todo esto lógicamente fue muy incómodo para el equipo, sobre todo para Liz, amiga de ambos, pero gratificante por el resultado final, donde los personajes interpretados por ellos reflejan, mejor que en cualquier otra pelÃcula, la rivalidad, el poder, el amor y el odio entre dos hombres por la conquista de la tierra, canalizada a través de la figura de una bella mujer. Hay una entrevista que le realizaron meses antes de fallecer, en la cual el periodista puntualizaba su labor como una de las peores experiencias de su vida. Durante su trabajo, cuenta el entrevistador, el carácter de Dean fue de lo más cambiante, desde quedarse mirándole fijamente sin pestañear, hasta responder con frases totalmente fuera de contexto, hacer cosas raras con los dedos o enmudecer, marcando pausas a su antojo. Ya en aquellos dÃas la adicción a las drogas, el alcohol y demás sustancias habÃan marcado su vida de forma dramática. Fumó marihuana durante el rodaje de Gigante de forma constante. George Stevens tuvo que ordenar que retiraran sus primeros planos en el film, porque se veÃa perfectamente en sus ojos el halo de tÃpico ausentismo producido por la droga.
El último interés romántico público de James Dean en 1955 fue la guapa Ursula Andress, actriz suiza que tenÃa entonces 19 años, y que comenzaba su carrera. HabÃa intervenido en tres pelÃculas italianas en pequeños roles y recién llegaba a Hollywood, con un contrato firmado por Columbia, gracias al apoyo que le confirió otro de sus intereses románticos, Marlon Brando. Con James Dean tuvo una breve y agitada relación, antes de casarse con el actor John Derek en 1957. Por su lado, el siempre amigo William Bast escribe sobre su relación con el actor durante sus últimas semanas de vida: “El siguiente año y medio estuvo lleno de más trabajo en TV para mà y tres pelÃculas para Jimmy, que estuvo en locación de manera casi constante. Pero llegamos a pasar algún tiempo juntos entre las pelÃculas. Fue un periodo increÃble. Jimmy repentinamente se volvió una estrella de cine, yo lentamente hacÃa más TV. Entonces, tan de repente, todo esto acabó. Al menos para Jimmyâ€. Y es que el 30 de setiembre de 1955, el rebelde encontró la muerte a los 24 años en un accidente automovilÃstico a bordo de su Porsche 550, cuando se encontraba en la cima de su fugaz carrera artÃstica. Dean participaba en competencias de automóviles, pero el dÃa que iba a debutar con el nuevo 550 ocurrió la tragedia.
MITO TRÃGICO. Jimmy casi habÃa finalizado el rodaje de Gigante y tenÃa libre el dÃa siguiente para participar de una competencia automovilÃstica en el aeropuerto de Salinas, cerca de San Francisco. Por eso tenÃa su novÃsimo Porsche en los talleres de Competition Motors, donde su amigo y mecánico Rolf Wuetherich le daba los últimos ajustes antes de ponerlo en pista por primera vez. Al principio intentó llevarlo a Salinas sobre un tráiler enganchado a su Ford Station Wagon 55, pero finalmente decidió conducirlo para tener idea de cómo se comportaba, antes de encarar su primer desafÃo con el 550. La noche anterior le dejó su gato a Elizabeth Taylor para que se lo cuidara, ya que le habrÃa dicho que temÃa que algo le podÃa pasar. Con respecto al nuevo Porsche, apodado por Jimmy Little Bastard (Pequeño Hijo de Puta), sus amigos le habÃan advertido el peligro que iba a correr de no manejar con prudencia su máquina, lo que constituirÃa una premonición acerca de lo acontecido el 30 de setiembre.
Por la mañana el actor telefoneó a Ursula Andress y le pidió ir con él a San Francisco, pero después de hablar con John Derek la actriz no se sentÃa dispuesta a abandonar a su nueva apuesta amorosa. Dean se percató que Ursula estaba enamorada de Derek, asà que abandonó Los Ãngeles sin ella y decidió viajar acompañado por Wuetherich. El Ãdolo de los jóvenes comenzó su periplo, pero antes se detuvo en Blackwells Corner para comprar una Coca Cola y una manzana. Reanudó la marcha y una hora después (llegando a la intersección de las rutas 41 y 46, cerca de la ciudad de Cholame, a 300 km al noroeste de Los Ãngeles) vio un auto en dirección contraria. “Tiene que detenerse, tiene que vernosâ€, gritó Dean, pero no fue asÃ: Dean chocó de costado con un Ford Custom Tudor Coupé 1950 manejado por el estudiante Donald Turnupseed, que venÃa en dirección opuesta y al parecer no advirtió al Porsche plateado en la mano contraria. Rolf salió despedido del auto, se quebró una pierna y tuvo múltiples contusiones y cortes, pero el actor sufrió fractura de cuello y heridas internas, por lo que murió instantáneamente, antes de llevarlo al hospital de Paso Robles. Entre los pliegues de su mÃtica campera de cuero rojo estaba la medalla de San Cristóbal que le habÃa dado Pier Angeli. Dean solÃa asegurar con sonrisa triste que nunca le pasarÃa nada gracias a esa medalla. Turnupseed sufrió heridas menores y declaró que nunca vio el auto de Dean acercándose, hecho que parece entendible debido al reflejo del atardecer y el color plateado del coche de Dean. Los familiares de Dean no presentaron cargos contra el conductor del Ford, pero el asunto no quedó allÃ: en 1981 Rolf Wuetherich terminarÃa muriendo en Alemania en un accidente, mientras conducÃa un Honda por una autopista.
Con una carrera cinematográfica de sólo 16 meses Dean se habÃa convertido en sÃmbolo de toda una generación. Los fans se negaban a creer la desaparición del Ãdolo: se tejieron historias que lo daban por vivo, aunque terriblemente desfigurado luego del accidente, repitiendo lo especulado 29 años antes con Rodolfo Valentino. Los genios de promoción de Warner no lo habrÃan planeado mejor. Si el objetivo era vender la imagen de James Dean, Ãdolo juvenil en ciernes, pero con un futuro limitado por su espÃritu autodestructivo, el destino les brindó la solución más imaginativa, incluso con unas gotas de grandeza épica: un accidente de tráfico. Y no un accidente cualquiera, sino el más famoso de la historia del cine. ¿La fecha? La ideal: cuatro dÃas antes del estreno de Rebelde sin causa. Gigante estaba finalizando su posproducción. Para los fans, Dean habÃa estrenado un solo film, Al este del paraÃso, sin contar los que habÃa sido extra. Por su interpretación en Gigante fue de nuevo nominado póstumamente al Oscar como mejor actor, compartiendo la terna con su compañero Rock Hudson. La pelÃcula recibió diez nominaciones, pero únicamente obtuvo el Oscar al mejor director para George Stevens. Fue el año en que el ruso Yul Brynner ganó su estatuilla por interpretar el musical El rey y yo de Walter Lang, y que como mejor film venció la pintoresca y millonaria adaptación de La vuelta al mundo en 80 dÃas de Michael Anderson, con producción de Mike Todd, esposo de Liz Taylor, y protagonizada por David Niven, Cantinflas y Shirley MacLaine. A la fecha Jimmy es el único actor nominado dos veces al Oscar de manera póstuma y consecutiva.
El 28 de julio de 1955, dos meses antes del fatal accidente, aprovechando una pausa del rodaje de Gigante, Dean y el actor Gig Young grabaron un publicitario del film en un plató contiguo, para su futura emisión en TV. Vestido como Jett Rink, Jimmy charló con Young sobre coches, sobre su éxito en las carreras y sobre los peligros de conducir rápido en la autopista, y remató la entrevista en forma lapidaria: “Me he vuelto más cauteloso en las autopistas. No tengo necesidad de correr tanto. La gente dice que correr es peligroso, y ahora me arriesgo sólo en los circuitos, no en las autopistas. Conduzcan despacio: la vida que salven puede ser la mÃaâ€.
Hoy dÃa James Dean a menudo es considerado un icono debido a su experimental forma de vida, que incluyó una sexualidad ambivalente. El guionista Gavin Lambert, él mismo homosexual y parte de los cÃrculos gay de Hollywood en los años 50-60, describe a Dean como homosexual, y Nicholas Ray dijo lo mismo. Sus biógrafos William Bast y Paul Alexander también lo aseguran, mientras que John Howlett concluye que Dean era ciertamente bisexual. Bast ha asegurado: “Habiendo probado ambos lados del banquete sexual, Dean estaba a punto de definir su sexualidad cuando murióâ€. Aseveraciones casi corroboradas por el propio actor en varias declaraciones, por ejemplo: “Un actor debe aprender todo lo que puede saberse. Experiencia: hay que experimentar todo o acercarse a ello lo más posibleâ€. O: “No puedo cambiar la dirección del viento, pero sà ajustar mis velas para llegar siempre a destinoâ€. O también: “Lo mejor de ser soltero es que te puedes meter en la cama por el lado que quierasâ€.
En las biografÃas televisivas que se han hecho sobre el actor, pocas exploran ese aspecto de su vida. Sin embargo, esto cambió ahora, ya que en 2012 el escritor y cineasta Matthew Mishory dio a conocer su ópera prima, el film Joshua Tree, 1951: A Portrait of James Dean, en el que muestra sin censura la vida sexual de Dean. Producida por Iconoclastic Features, en el rol principal de este film rodado en blanco y negro figura James Preston, joven modelo y actor conocido a través de la serie de TV The Gates. El resultado es una aproximación al lado más gay del actor. La pelÃcula posee una fotografÃa bastante buena, al estilo de Buenas noches y buena suerte, y aunque no se ha buscado que los intérpretes tengan la apariencia fÃsica de los divos que retratan, esta producción independiente e intimista movilizó a los fans del fallecido actor. El tÃtulo hace alusión al famoso parque nacional estadounidense, y 1951 permite adivinar la ubicación temporal de la trama: el momento en que Jimmy comenzó su trabajo televisivo en Nueva York y debutó como extra en cine. Además, mientras compartÃa habitación con William Bast, se involucraba con Roger Brackett, conocÃa a Lizzy Sheridan y se matriculaba en el Actor’s Studio.
Lo verdaderamente interesante de todo esto es que a 90 años de su nacimiento y 66 de su muerte Dean continúa tan vigente y lleno de fama como cuando expresaba que “no sólo quiero ser el mejor. Quiero llegar tan arriba que nadie pueda alcanzarme; y no para demostrar nada, sino para estar donde hay que estar cuando se le dedica toda la vida y todo lo que uno es a una sola cosa. Creo que sólo hay una forma de grandeza para el hombre, y es cuando puede salvarse la brecha entre la vida y la muerte. Quiero decir, si puede vivir después que ha muerto, entonces tal vez fue un gran hombre. Para mà el único éxito, la única grandeza, es la inmortalidad. Vivir rápido, morir joven y dejar un bonito cadáverâ€. Puede decirse que lo logró en forma total y absoluta.