(Programadora invitada: Gabriela Solsona). Todos los martes de agosto a las 20:30 hs.
Centro Cultural Leonardo Favio (Galería del cine, Buenos Aires 55. Río Cuarto). Entrada libre y gratuita. Organiza: Facultad de Ciencias Humanas y el Centro Cultural Leonardo Favio. Auspicia: Imprenta – UNRC y Dpto de Ciencias de la Comunicación.
En sus Historia(s) del cine, Godard se preguntaba si alguna vez accederíamos a una imagen justa de África, si ese continente enigmático podría delinear una imagen propia, ajena a los límites de la mirada colonial. Durante agosto, de la mano de Gabriela Solsona, nos encontraremos con cuatro películas fundamentales para introducirnos en la historia y el presente del cine africano: Touki Bouki, Yeelen, La noire de… y Timbuktu.
Martes 06/08. 20:30 hs: Touki Bouki
Touki Bouki, de Djibril Diop Mambéty (Senegal/1973), 88 min. (SAM18)
Mory, un pastor que conduce una moto decorada con cuernos de vaca, y la estudiante Anta, se conocieron en Dakar. Se sienten marginados, están hartos de Senegal y de África, por lo que sueñan con irse a París. Para conseguir el dinero para el pasaje recurrirán a diversas estratagemas.
Martes 13/08. 20:30 hs: Yeelen
Yeelen, de Souleymane Cissé (Mali/1987), 101 min. (SAM18)
Yeelen traza un viaje iniciático a un tiempo indefinido. El joven Nianankoro recibe el conocimiento que le asegura el dominio de las fuerzas que le rodean, un conocimiento transmitido desde hace generaciones por los Bambara.
Martes 20/08. 20:30 hs: La noire de…
La noire de…, de Ousmane Sembène (Senegal/1966), 65 min. (SAM18)
Una mujer de Senegal quiere una vida mejor en el extranjero y empieza a trabajar de institutriz en una familia francesa. Cuando la familia se muda al sur de Francia, sus labores se reducen a las de una sirvienta. En su nuevo país, le recuerdan su raza y es maltratada por sus jefes constantemente.
Martes 27/08. 20:30 hs: Timbuktu
Timbuktu, de Abderrahmane Sissako (Mauritania/2014), 86 min. (SAM18)
Los alrededores de Tombuctú (Mali) han caído en manos de extremistas religiosos, aunque Kidane vive tranquilamente en las dunas con su esposa Satima, su hija Toya e Issam, un niño pastor de 12 años. En la ciudad, los habitantes padecen el régimen de terror impuesto por los yihadistas: prohibido escuchar música, reír, fumar e incluso jugar al fútbol. Las mujeres se han convertido en sombras que intentan resistir con dignidad.