imaginados por Sofìa Paletti Rovey
DÃa 6- AMOR PLÃSTICO
El amor exige entrega, y el artista no sale jamás de sà mismo. (parafraseando a Boudelaire que dice que la copulación es salir de uno para entrar en otro, y el artista no sale jamás de sà mismo).
A veces, uno se da cuenta de que tiene alma de artista (no es lo mismo que creerse o ser artista). Nos aferramos a un “amorâ€, lo modelamos idealmente. El primer dÃa es ansiedad, pavo real expuesto y cosquillas, el primer beso mariposa multiflorética (o tal vez el segundo), y si da para algo más (y si!!!) luna de miel… luego… monotonÃa: la obra de arte ya es un objeto utilitario, o peor: ya ni siquiera tiene sentido (y a parte resulta molesto!!!…) o lo reciclamos, lo vestimos como fetiche, le colgamos etiquetas vanguardistas (pero la vanguardia dura poco y ya es pasado) o, directamente, a la basura. “Eso ya pasó de modaâ€, es el dicho popular y tal cual, pasamos de moda… nos mudan y mudamos, somos (todos) una especie de accesorio minimalista en la vida del infanto-juvenil creÃdo enamorado.
(siempre que se lea hombre interprétese varón-mujer)
Busco a un hombre!!! DecÃa Nietsche… y alumbraba con un farol en pleno dÃa.
Ustedes hombres han matado a Dios
DÃa 7- REFLEXIÓN ESTÉTICA
Hace unos dÃas comencé las clases en la escuela de artes. Ya realicé un par de trabajos. Estoy contenta.
Recordé una frase que quedó canicateando en mi cabeza desde bastante tiempo atrás: “el misterio de la imaginación poética (…) suele ser, sorprendentemente fructÃfero, humanamente conmovedor e intelectualmente estimulanteâ€, es de Henry Lang (musicólogo).
A partir de ello, me he puesto a pensar en lo que es la belleza y su representación. Creo, que en la obra de arte, se apresa algo de eso; es decir, pareciera que dentro de las artes (música, artes visuales, literatura, etc) hay un determinado momento en que se tiene una visión, un instante intuitivo y luminoso que se convierte en expresión poética. Sin embargo, pienso que la representación siempre es inferior a la idea que le dio origen. Es más o menos lo que escribà el dÃa 2, (sobre la apariencia –fenómeno-). Es decir, al poner lÃneas, palabras o notas a nuestra idea –antes contemplada puramente- pareciera que limitamos de alguna manera su expresión como totalidad. Nos detenemos en un instante, paralizamos la vida; representamos un segundo de lo bello, porque con la muerte también se muere la belleza.
Es como si sintiéramos la idea original como algo sublime; como participación mÃstca, divina.
Hacer el amor como puente, serÃa otro ejemplo. Los franceses llaman al apogeo del abrazo “pequeña muerteâ€; en Sade el crimen representa lo sagrado, en diferentes culturas la muerte es ofrenda divina. En el arte, raptamos un trozo de la vida para conservarla embalsamada después de su muerte.
DÃa 8- DESPÚES DEL VIENTO
Sin saber bien, si toco la puerta de la histeria, o si rompo todas las ideas, te tomo de sorpresa en medio de una charla mal simulada (como dos loros viejos, con plumas teñidas porque quieren ser palomas); otra ráfaga de espuma en mi vida, ráfaga de miedo, y también, represión… y más… lunas medias y nostalgia tÃmida, todo, absolutamente todo, asomándose por el borde del corazón. (en ese momento me doy cuenta que no soy yo quien te toma sino, vos a mi).
“No. ¡no!â€, se desprende de mis manos; se escucha en ellas la citada melodÃa de la nausea, de esa nausea de la cual habla Sartre, pero en mi, un poco más esperanzadora (o tal vez inconsciente desesperada). Se proyectan las lÃneas de las gitanas (cantando lÃricamente), y una me indica la marcada pretensión del ego, de conquistar imposibles, otra, me devuelve imágenes… ¡ahà estamos nuevamente!… y otra y otra y otra y más misterios-ficción.
Es muy cierto que pensamos en palabras e imágenes, y si bien también es real que nos educan en torno a la palabra descuidando el valor de la imagen, cotidianamente podemos “ver†como “a las palabras se las lleva el vientoâ€, pero a la imagen no. Una imagen puede durar lo que dura la vida. Yo ya tengo un par, esas que elijo guardar como musas de alguna lágrima-sonrisa. Ojalá que tengas las tuyas… tal vez, podamos jugar a mimarnos de forma imagencreativa, y si no, simplemente, te invito.
Mimarnos… lastimándonos, o al revés: lastimarnos mimándonos… una invitación formal a saltar la hipocresÃa cotidiana para llegar a quién sabe dónde, a la tragedia de la sensualidad. Porque siempre llega y se convierte en héroe muerto; muere aun necesaria.
Te invito a esto, a compartir un trozo crudo de lo que soy en forma de imagen y palabra, de tradición y alquimia, para que me ayudes a entender que aun tengo siete nombres (aunque sean todos iguales) a lo cuales acudir cuando me pierdo, o simplemente me distraigo sintiéndome un absurdo; te invito, en realidad, para recibir primero tu invitación (o pase –casi-libre) a ese: “es aquÃ, detrás del molineteâ€. Y asà rodar como una canica.
DÃa 9- PASA OTRO DOMINGO
Te nombro te nombro te nombro te nombro… asà muchas veces, como pretendiendo materializarte a través de tu nombre, con locura y desesperación sigo repitiéndolo, como si se tratara de un teatro romano el tiempo, la realidad, las formas y mi yo pequeño ante el espacio vacÃo que deberÃas ocupar… loca y desesperada por armarte gran rompecabezas, mi rompecabeza, mi terroncito de hielo, mi chocolatÃn derretido, mi arena y balbuceo impotente.
Loca y desesperada desde este paso lento de filósofo o santo, que ya no ensaya por haberlo hecho –casi- siempre en vano, racionalista ante el corazón y pasional ante los libros; sólo eso resultaste pobre niña. Te has cortado (vos misma) las yemas en vez de las venas, para convertir a tu razón en el personaje sádico de tus miserias, y también de tus buenas cosas.
Te nombro te nombro te nombro, una vez menos, como si se tratara de una calculadora emocional que suma, resta, divide y multiplica según la necesidad. Te nombro para molestarte, para tratar de meterme en tu cabeza rápida y forzosamente, impaciente. Para dejar registro de que existo, de que alguna vez voy a amar, a desear con intensidad y olvidarme de los principios… por ahora,-casi- mujer canica que escribe los domingos de frÃo.
mira donde t vengo a encontrar…està muy bueno lo k escribiste…besos.