PoesÃa visual y verbal
El viento nos llevará, de Abbas Kiarostami (Irán/1999), 118 min.
Por AnalÃa Casero
Se podrÃa describir a El viento nos llevará como a una historia en la cual confluyen un pueblo, un “ingenieroâ€, un niño, un cementerio, un enterrador, una inválida y una madre de 10 niños; y al observarla no queda ninguna duda de que Abbas Kiarostami es el ejemplo perfecto de lo que es un autor, es decir, se puede reconocer su sello, su universo o al menos lo que lo caracterizaba en sus primeras décadas (porque hoy su filmografÃa está experimentando otros rumbos: como el de acercarse a otras culturas, el salir de su amada Irán –Copia certificada, Like someone in love); y ¿cómo es ese mundo? En él los hechos transcurren mayormente en contacto con la naturaleza, se transitan senderos infinitos (que parecen cuadros impresionistas), hay niños (que entablan amistad con mayores, que están preocupados por hacer los deberes de la escuela), se da una cierta repetición de acciones en los protagonistas (para derivar en un in crescendo que va incorporando elementos y lecciones), se despliegan confusiones y se usa el fuera de campo (aquÃ, no vemos a los compañeros del “ingenieroâ€, ni al sepulturero, ni a la inválida). En El viento nos llevará Kiarostami suma reflexiones sobre el lugar de la mujer en esa sociedad (referidas al trabajo, sus quehaceres, su purismo sexual) y sobre la importancia de estudiar aunque realizadas desde la mirada del “ingeniero†(quien representarÃa al hombre “modernoâ€, “urbano†y ¿también al mismo director?); por otro lado, son interesantes dos situaciones que lo tienen como centro: el contacto telefónico que mantiene con su jefa y con su madre (con ambas habla de la muerte aunque desde perspectivas diferentes) y la fijación visual que ejerce sobre una tortuga, un escarabajo pelotero y el correr del rÃo.
Eso sÃ, todo está deliciosamente atravesado por el poema de Forough Farrokhzad que da lugar al tÃtulo de la cinta. Para cerrar, palabras del realizador sobre su cine: “Mis pelÃculas han ido avanzando hacia un cierto tipo de minimalismo, a pesar de que nunca fue la intención. Elementos que pueden ser eliminados han sido eliminados. Asà lo señaló a mà alguien que hace referencia a las pinturas de Rembrandt y su uso de la luz: algunos elementos se destacan, mientras que otros están oscurecidos. No estoy afirmando o negando que he hecho una cosa asÃ, pero sà creo en el método de la creación de Bresson por omisión, no a través de la adiciónâ€.